La Primavera, de Sandro Botticelli, es una de las obras más importantes y enigmáticas de la historia. Se trata de una pieza creada en pleno Renacimiento italiano, en el siglo XV, en la que aparecen nueve figuras en un jardín rodeadas de flores y árboles.
La gran protagonista de la obra es la diosa Venus (Afrodita), en pleno centro, acompañada por su séquito de las tres Gracias y dos dioses del amor, Cupido y Mercurio (Hermes). Botticelli demuestra en La Primavera un dominio total de la perspectiva, dando una sensación de profundidad.
Las figuras de Venus representa la naturaleza, la fertilidad, la belleza y el amor. Las Gracias también son un énfasis en la belleza y la alegría.
Pero sin duda lo más importante de la obra es que Botticelli hizo un homenaje y glorificación del renacimeinto de la cultura clásica, por ello se recupera a los viejos dioses para traerlos a su tiempo.
En su época, hubo mucho escándalo ya que la figura de Venus representaba una sensualidad profunda que ruborizaba a muchas personas.